Rodar por los Emiratos Árabes Unidos es vivir una travesía entre el desierto y el mar, entre la modernidad más futurista y la tradición árabe más pura.
Esta ruta está pensada para los motociclistas que buscan un viaje lleno de contrastes, adrenalina y libertad sobre el asfalto. La aventura comienza en Dubái, una ciudad donde los rascacielos se reflejan sobre autopistas impecables. Desde aquí se toma la E11 Sheikh Zayed Road, una de las vías más modernas del mundo, que conecta las principales ciudades del país. Este primer tramo hasta Abu Dabi abarca unos 140 kilómetros, un recorrido que se puede hacer en poco más de una hora y media, disfrutando de una vía perfectamente asfaltada, recta y veloz. En Abu Dabi vale la pena detenerse para admirar la Gran Mezquita Sheikh Zayed, una obra maestra arquitectónica que parece flotar sobre el mármol blanco.
Luego la ruta continúa hacia el oeste por la carretera E11, bordeando el Golfo Pérsico rumbo a la región de Al Ruwais, donde el desierto toca el mar y los paisajes se tornan dorados y azules. Desde allí, los más aventureros pueden adentrarse hacia el interior del país por la E45, rumbo a Liwa Oasis, una joya escondida en el corazón del Desierto de Rub al-Jali, el desierto de arena más grande del planeta. Este tramo ofrece unos 220 kilómetros de pura inmensidad, con carreteras solitarias, curvas suaves y el calor intenso del desierto. Aquí el clima puede superar los 40°C, por lo que se recomienda salir muy temprano o al atardecer, siempre bien hidratado y con equipo adecuado para altas temperaturas.
El regreso puede hacerse por la E65, rumbo a Al Ain, la “ciudad jardín” de los Emiratos. Este trayecto de unos 250 kilómetros es una delicia para los motociclistas, con curvas suaves y vistas al Jebel Hafeet, una montaña que ofrece uno de los caminos más espectaculares del país. Subir hasta su cima es una experiencia obligada: una carretera perfectamente trazada de 11 kilómetros, con curvas cerradas y panorámicas impresionantes del desierto. La combinación de autopistas largas, tramos desérticos y curvas de montaña hace ideal una motocicleta tipo trail o adventure touring como la BMW GS, la KTM 1290 Adventure o la Ducati DesertX. También puede disfrutarse con una sport-touring o una cruiser si se mantiene el recorrido principalmente por carretera. Rodar por los Emiratos Árabes Unidos es mucho más que un viaje: es una experiencia sensorial donde el rugir del motor se mezcla con el silencio del desierto, el lujo de las ciudades y la magia de un país que se reinventa en cada kilómetro recorrido.




