Mick Doohan, nacido en Australia en 1965, es uno de los nombres más imponentes del motociclismo mundial. Su trayectoria en la categoría de 500 cc —la antesala de lo que hoy es MotoGP— marcó una época, gracias a su estilo preciso, su carácter imparable y un dominio que pocos han logrado igualar.

Durante los años noventa, Doohan se convirtió en el referente absoluto de la disciplina, encadenando cinco títulos mundiales consecutivos entre 1994 y 1998 a bordo de la mítica Honda NSR500. Con más de medio centenar de victorias y una colección de podios que impresionaba incluso a sus rivales, el piloto australiano impuso un ritmo competitivo que redefinió el nivel de la categoría.

Su carrera también estuvo marcada por la resiliencia: tras un gravísimo accidente en 1992 que casi le cuesta una pierna, regresó a las pistas para firmar una era de triunfo ininterrumpido. Doohan se retiró en 1999, pero su legado continúa vivo en la memoria del motociclismo y en las generaciones que crecieron inspiradas por su talento.