Expo Moto volvió a ser el epicentro del motociclismo nacional con una edición de Expo Moto que combinó exhibiciones, lanzamientos, tendencias tecnológicas y experiencias inmersivas. Entre todas ellas, una de las atracciones que más emoción generó fue el simulador oficial de MotoGP, una instalación que permitió a los asistentes vivir de cerca la adrenalina de las pistas más icónicas del campeonato mundial.
Ubicado en el segundo nivel, accesible desde el lobby principal, este simulador abrió sus puertas a motociclistas, aficionados y curiosos que buscaban sentir la velocidad desde una perspectiva distinta. Equipado con una motocicleta Suzuki Hayabusa montada sobre una plataforma de movimiento y un sistema de visualización que recreaba circuitos oficiales de MotoGP, ofreció una experiencia fiel al pilotaje profesional: aceleraciones precisas, frenadas milimétricas y curvas que exigían total control.
Para aumentar la emoción, Expo Moto organizó una dinámica competitiva en la que cada participante podía registrar su mejor tiempo y aspirar a un premio de 5,000 pesos mexicanos. Esto convirtió al simulador en un punto de reunión constante donde se mezclaban los aplausos, la tensión entre asistentes que buscaban superar los récords del día.
El éxito del simulador radicó en su capacidad para atraer tanto a fanáticos de MotoGP como a quienes apenas comienzan a acercarse al mundo de las dos ruedas. En un evento rodeado de motocicletas nuevas, equipamiento de última generación, marcas internacionales y el tradicional museo de motos antiguas, esta experiencia representó un elemento innovador que reforzó el carácter interactivo y tecnológico de Expo Moto 2025.
Para los motociclistas fue una oportunidad para medir habilidad y reflejos sin salir del WTC. Para los entusiastas del motociclismo deportivo, un reto digno. Y para los visitantes curiosos, un primer acercamiento emocionante a la precisión y adrenalina del pilotaje profesional.
Al finalizar los cuatro días del evento, el simulador dejó claro que no solo fue una atracción más, sino una de las experiencias mejor recordadas. Un espacio que demostró que la pasión por el motociclismo no solo vive en el asfalto, también puede sentirse en el terreno digital.




